Marzo 2004

16/01/2004 TEJERINA bebe

(Réplica de Arturo Tejerina al relato Terelu entre bambalinas)

Agradecido y no emocionado despues de ver vuestra genial ,por los cojones, página me dirijo a vosotras para aclararos lo de "lo que bebo en cada pausa"

Gin tonic.queda caro..........suerte amig@s

1/03/2004 Lula, arrieritos somos ... y en el web nos encontraremos

Querida Lula:

Buenas, soy el irresponsable del Tugurium ( http://www.tugurium.com/gti/ ). Hoy me has dejado un tanto descolocado al leer tu artículo sobre el "calvo", y mas exactamente al ir hilando: "profesor mío de la Universidad" + "cuarto en la Facultad" + "estudios de Informática" + "transcurridos ya más de cuatro lustros". Vamos a ver, lo de Informática está claro, lo de los 20 añitos (no es nada, como dice el tango), pero en que Universidad? Me explico, un servidor estudió Informática en la UPM (2 años Vitruvio, 1 año Caminos, 2 años Carretera de Valencia -esto da para una diplomatura de Judío Errante, por lo menos-), y de eso hace mas de 25 años, licenciado de la cosecha del 1977. ¿Tengo pues el placer de leer a una informática producto de la tierra del chotis? Compañeros no debimos ser, cinco años da para no habernos visto, pero no dejo de estar sorprendido. Arrieritos somos ... y en el web nos encontraremos.

Un abrazo.

 

1/03/2004 A Lula, por la casualidad de las lágrimas negras

 

Hace muy poco, sólo unos días, escribí sobre mis sentimientos y la herida que aún desangra mi vida. Era algo así:

"Ahora que podía conquistar sus ilusiones, ahora que la vida se acordaba de ella, ahora, mi muerte se la llevo. Y digo mi muerte, porque siempre he sentido a mi muerte como compañera y ahora siento que no está, que también se ha ido. Espero su regreso para vomitarle mis entrañas y mis lágrimas negras."

Y ahora recibo tu mensaje con las lágrimas negras de Lula, otras lágrimas que tiñen la cara o el alma. No creo en las casualidades y por eso te escribo.

A diferencia de ti, cuando me hice con los acordes, con las palabras rotas y con la pasión descrita en lágrimas negras, sencillamente observé un buen arreglo musical, pero no el sentimiento que describes, que reconozco y que buscaba. Lo cierto es que si quiero una letra que erice cada poro de mi vida oigo al lebrijano; si quiero una música que me haga mover hasta las orejas el son cubano en toda su extensión es lo que pongo, si quiero coquetear escucho los diferentes ritmos de Colombia y si quiero escuchar el sentimiento, para eso mi favorito es Bambino. Lo siento pero Dieguito el Cigala, en esta ocasión, no ha sido lo que esperaba. Pero no te escribo para darte mi opinión musical, que seguramente te importa un pimiento morrón y que por otra parte es muy poco cualificada, sino por las lágrimas negras.
Nunca antes en mi vida había sentido el dolor de las lágrimas negras, en realidad no creía que existieran. He llorado de alegría, por la muerte, por un desengaño, por la incomprensión, por la injusticia, por mis miserias. Pero nada es comparable al tinte profundo y apagado, al rictus ahogado de la pena, al cáliz amargo de la vida. La coincidencia de tu escrito, del mío y la pena que siento hacen que salga de mi guarida para enviarte un beso.
En mi caso, las lágrimas siguen saliendo a su voluntad y he aprendido a no luchar conmigo por eso.

Pedro