Vuelan
Recuerdo que cuando era pequeña por las tardes escuchaba la radio con mi madre. A eso de las cinco de la tarde y antes de que comenzase el consultorio sentimental de Doña Elena Francis, en Radio Intercontinental emitían un programa de canciones dedicadas de media hora de duración. El público solía solicitar canciones del género de la copla española, de escasa variedad dado que el gusto de la audiencia se podría calificar como de sota, caballo y rey.
Era muy frecuente solicitar canciones con clara intencionalidad en la dedicatoria. Así, las familias del sector del transporte les dedicaban la canción del "Amigo conductor"cantada por Perlita de Huelva a sus familiares al volante. Los que por desgracia tenían a sus seres queridos emigrados en Alemania solicitaban "El emigrante", interpretada magistralmente por Juanito Valderrama. Las cuencas mineras se decantaban por la garganta prodigiosa de Antonio Molina que mostraba su entusiasmo por la dinamita con "Soy minero" y demostraba tener unos pulmones fuera de toda sospecha de silicosis. Pero el tema estrella, el más solicitado era "Como se quiere a los hijos" cantado por Paquito Jerez, del que entresaco un fragmento muy significativo del melodrama de los hijos que emprenden el vuelo.
Apenas sabe volar
el hijo de la paloma |
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Un hijo es la gloria que nos
manda Dios
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Cuando sonaba esta canción, miraba por el rabillo del ojo a mi madre que nada más oír las primeras notas dejaba la costura o lo que estuviera haciendo para prestar atención a la letra de la canción. En el punto en que Paquito de Jerez entonaba "Por ellos se da la vida sabiendo el pago que dan" mi madre me miraba y yo percibía cierto temblor en su barbilla. Desde mi ingenuidad no comprendía cómo podría pensar que yo sería una hija desagradecida y que algún día me iría de casa dejándola sola.
Pasó el tiempo, el programa de radio desapareció, casi nadie recordaba quién era Paquito de Jerez y como presentía mi madre, apenas supe volar abandoné mi hogar para hacer mi propio nido, en el que cobijé a tres polluelos. Sin embargo, nunca olvidé la letra de la canción pero la despojé de su dramatismo. Me dije a mi misma que no me apegaría a los hijos y que era ley de vida que volasen por si mismos.
Esta Nochevieja me ha puesto a prueba la canción de Paquito de Jerez, se me han acumulado dos partidas el mismo día que cumplía años, como si todo se hubiera confabulado para cambiar de golpe. Mi hija la mayor tenía como objetivo independizarse este año y como todo lo deja para el final, ha tenido que ser el último día del año el que haga sus maletas. Mi hijo el mediano con el primer dinero fruto de su trabajo, se organizó un viaje a Cuba y por cuestiones de presupuesto escogió el vuelo de la Nochevieja.
A punto de empezar un año nuevo, con un año más y dos hijos menos, no me tembló la barbilla ni derramé una lágrima. Superé el drama de Paquito de Jerez.
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