Un mundo feliz

Son muchos los autores que han elegido este tema para disertar, pero para los que imaginan un mundo futuro, sin duda Aldous Huxley sentó cátedra con su libro "Un mundo feliz"(1). Remontándonos al pasado, ha llovido mucho desde que Dios expulsó al hombre de paraíso(2) y lo maldijo diciendo "Ganarás el pan con el sudor de tu frente". Desde ese instante se creó la necesidad de "buscarse la vida" en detrimento de "disfrutar de la vida" y la curva de la felicidad cayó en picado para satisfacer las tres "ces" del bienestar: calor, comida y compañía.

Los humanos encontraron diversas maneras de solucionarlo y pronto aparecieron las desigualdades. Los más fuertes acaparaban la triple C y los más débiles sucumbían ante la carencia de recursos. Algunos débiles, a fuerza de necesidad, razonaron "más vale maña que fuerza", y triunfó la inteligencia manipuladora sobre la fuerza bruta. En ese punto nació la clase de los listillos, que puso a los fuertes bajo su dominio y los dedicó a las tareas de producción o de la guerra para que liberaran sus excedentes de energía. Los listillos, que tiene distintas acepciones según el lugar y la época(3), pronto olvidaron las penurias que pasaron y se olvidaron de hacer un reparto igualitario de los recursos.

La desigualdad ha prevalecido hasta nuestros días y se manifiesta en dos facetas extremas: una amable de la abundancia y otra espantosa de la necesidad. A los que les toca nadar en la abundancia se encuentran liberados de la maldición divina, el resto están en el punto de partida de la expulsión del paraíso. Pero el mundo feliz de Aldous Huxley se basa en hacer que la desigualdad sea aceptada como buena y que cada clase de individuo se sienta satisfecho con lo que le ha tocado en suerte(4). Se fabrica el individuo fuera del claustro materno a la media de las necesidades de la Sociedad y se le condiciona para que sea un consumista feliz, todo bajo el manto protector del Estado.

Los listillos de este mundo feliz lo planifican todo, hasta la fecha de la muerte a los 60 años. Clasifican a los individuos y les dosifican los recursos mínimos para suministrarles la sensación de felicidad. En la cima de este mundo feliz están los individuos alfa, orgullosos de ser la élite por lo que asumen de buen grado sus responsabilidades acordes a su capacidad. A los beta, situados en un segundo nivel, no les importa estar en una escala inferior al verse liberados de las responsabilidades de los individuos alfa, que a ellos les abrumarían. En los últimos escalones los gamma, delta y épsilon, seres clonados hasta donde da de sí la biotecnología, son una nueva variedad de esclavos satisfechos de serlo(5). En resumen, un mundo feliz con varios paraísos paralelos (para-lelos) de oro, plata y bronce.

Siempre he buscado en los libros de ciencia-ficción la forma de asomarme al mañana y no me había parado a pensar cómo ve el futuro un niño de cuatro años que no levanta cuatro palmos del suelo y que comienza a sacar sus propias conclusiones observando a los adultos. Por eso, me sorprendió mi hijo mediano cuando me contó cómo veía él su porvenir: "Cuando sea mayor me darán una tarjeta de crédito para que cuando necesite dinero, vaya a un cajero y me lo de". La criatura no percibía la vida como un valle de lágrimas, sino como el paraíso terrenal. Sus padres satisfacían sus necesidades y dedujo que cuando fuera mayor "alguien" se ocuparía de que nada le faltase.

Al margen de las risas que nos echamos a costa de su ocurrencia, siempre he pensado que tenían un punto de coincidencia con el mundo feliz de Aldous en el que podría optar por una tarjera visa oro, plata o bronce. Pero los listillos de nuestros días no están por el Estado protector, más bien lo dejan todo en manos del Mercado que crea individuos consumistas alfa, beta, gamma, delta y épsilon, algunos de ellos, auténticos "gordos felices".

Lula

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(1) Escrito en 1939 con una visión futurista y pesimista del mundo que muestra una sociedad regida por el condicionamiento psicológico como parte de un sistema inmutable de castas. La vida de Aldous fue muy apasionante, en http://ttt.upv.es/~jarnau/Vida/Vida.htm se encuentra una biografía del autor.
(2) Según la iglesia Católica por culpa de la mujer, como tuve que oír en nueve idiomas por boca de El Papa Juan Pablo II en su recepción de los miércoles en el Vaticano a los peregrinos de Roma.
(3) Oligarcas, monarcas y aristócratas, patriarcas, poderes fácticos, empresarios, políticos, mafias, etc.
(4) ¿No suena esto a la resignación cristiana?
(5) En el mundo actual, serían trabajadores del tercer mundo y estarían gestionados por ETTs.