Elecciones 2003: Reina por un día
Episodio I: Presentación
08:00 Pasamos lista y revista
Ya empezamos mal.
Llego a las ocho en punto (no quise llegar antes por si había carteles de "No a la Guerra", para no comerme el marrón de ser el primer presidente de mesa al que todo el mundo mira para ver qué decides) y ya estaban pasando lista. No sale mi nombre. Con el miedo natural de todo españolito ante rollos de la Administración donde se pasa lista y como no estés es que te la has buscado, salen los reflejos paulovianos de la mili y empieza uno a pensar que ya se ha ganado arresto y multa por llegar tarde.
Los guardias son realistas con los patrones nacionales de puntualidad y vuelven a pasar lista otra vez y sí que salgo. Un policía me lleva a una mesa cutronga y enana en donde están ya mis muchachos en formación: vocales e interventores. Paso revista a las tropas:
Vocal primero: Cuando llego ya tiene todo
organizado y está actuando como si aquí mandase él.
Se sabe toda la normativa y da órdenes a todo el mundo. Pregunto
si es que ya tenía experiencia del tema. Responde que no,
que era la primera vez. Como todo ser humano al que le nombran cualquier
mísero cargo (el de presidente de mesa electoral es uno de
los más bajos y efímeros que se puede tener en la
vida, por debajo sólo está presidente de comunidad
de vecinos), malestar interno porque tu subordinado se toma demasiadas
atribuciones por su cuenta.
En una mesa electoral no hay sitio para dos presidentes de mesa
(literalmente verdad, porque estamos encogidos en la exigua superficie
asignada). Primera impresión falsa, porque posteriormente
se establece buen rollito y el primer vocal resulta ser mi hombre
de confianza con ideas imaginativas para acortar el escrutinio e
irnos todos prontito para casa. Perfil personal: extrovertido, provocador
y divertido.
Vocal segundo: Chica jovencita, que no es precisamente la alegría de la huerta. Durante las decisivas deliberaciones iniciales mantiene actitud autista reforzada por los casquitos que lleva puestos para escuchar música. Si bien la rapidez en la escritura no es precisamente su fuerte, acuerdo tácito general para que se responsabilice de la tarea menos comprometedora: ir apuntando con buena letra los nombres de los que votan.
Interventor PSC: Señor amable y, sobre todo, callado. El sector extrovertido y dicharachero de la mesa le asignó funciones auxiliares a la vocal segunda (o sea, auxiliar del auxiliar). Posteriormente sorprendió a la mesa con un móvil-cámara de los caros, con el cual nos inmortalizamos todos ante la estupefacta cola de votantes. Largas conversaciones entre Vocal segunda e Interventor PSC que formaron su propio círculo social privado.
Interventora CiU: Señora mayor, habladora y divertida. Con pinta de hacer tortilla de patatas de las de chuparse los dedos. Tomó bajo su responsabilidad la importante función de hacer de filtro primero de votantes para que no perdiésemos el tiempo con clientela despistada.
Esto de las mesas electorales es como la vida real, cuantas más responsabilidades, menos trabajo del de verdad. El presidente de mesa se limita a dar vagas directivas, la cuestión de las relaciones públicas (hablar con el guardia, interventores, etc.) y, sobre todo, la imagen (solemnidad en el acto de introducir el voto en la mesa). El curro gordo y repetitivo lo hace el escalón más bajo: el segundo vocal se deja la mano escribiendo los largos nombres que tienen a bien poner padres crueles.
08:30 Guerra al PNH: nunca mais
Acta de constitución de la mesa.
El presidente después de hacer rellenar los papeles y llenar todo de sellos de un tampón entregado con la documentación, fácilmente falsificable, pero que da el pego de cosa importante y oficial, procede a firmar el acta. A lo largo de la jornada nos vamos repartiendo el tampón para disfrutar la sensación de sentirnos funcionarios de oposición durante unos segundos.
La pesadilla pre-elecciones de los nominados presidentes de mesa, lo de la pegatina de la guerra, parece que no va a crear problemas. Empiezo a comentar que, como no parece que haya alusiones indirectas a propaganda electoral, podemos constituir sin problemas... momento en que mi vista queda clavada en la chapita de "No a la Guerra" del vocal primero y se me cortan las palabras. El vocal primero dice, antes de oír nada, que no hay problema, se quita la chapita, se desabrocha el abrigo... y aparece una camiseta llena de "NO" en rojo sobre fondo negro con un sospechoso parecido al tipo de letra del "No a la Guerra". Continúa hablando e indica que estos Noes pueden ser de muchas cosas, por ejemplo de que no le gustan los pimientos ("No m'agrada el pebrot", frase de Shin-Shan personaje de dibujos animados famosos en Cataluña).
El presidente de mesa, yo, que ya había previsto estas situaciones y tenía decidido que salvo que fuese claramente un "NO A LA GUERRA" ni siquiera lo iba a reflejar en acta comenta poniendo cara de Póker que, bajo su opinión, "No hay alusión directa o indirecta a partidos o nada que se pueda considerar propaganda electoral". Indico que deseo escuchar a la mesa su opinión; vocal 2 sigue escuchando música con los casquitos, pero nadie le recuerda que algo debería opinar; los dos interventores ponen cara de ángeles puros e indican que tampoco ven nada extraño; la mesa se constituye sin comentarios en el acta.
Posteriormente aparece el apoderado del PP y ante su observación de "¡Qué camiseta tan bonita!" mi provocador primer vocal hurga en la herida y responde "Me la he hecho yo". No hay más comentarios del apoderado pepero.
Continuará en Episodio II: Nudo
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