Leonard Peltier
Me desperté el otro día con la idea de escribir algo sobre Leonard Peltier. Pensé que sería interesante dar a conocer un poco la personalidad de un hombre tan singular, con unas vivencias tan lejanas a las nuestras, pero no desconocidas.
Hace ya bastantes años que tengo contacto con los Lakotas. Tuve la suerte de conocer a Archie Fire Lame Deer, del que aprendí muchísimas cosas, sobre todo el profundo amor por la naturaleza.
Leonard Peltier procede de la tribu Lakota Oglala, una tribu Sioux, que hoy en día vive en Dakota del Sur.
La película "Incident at Oglala" de Robert Redford, da una visión actual de los nativos americanos y cuenta, a su modo, los sucesos acaecidos en Pine Ridge, que tuvieron como consecuencia el encarcelamiento de Leonard Peltier.
Hay mucho publicado en la red sobre él, pero si queréis tener una idea podéis entrar aquí.
Creo que lo mejor que puedo hacer es poner a vuestra disposición esta carta que escribió desde su celda:
Saludos mis hermanos y hermanas,
Primero, deseo agradecerles el haberme permitido el honor de poder hablar aquí. Aunque seamos de diversos colores, de diversos orígenes, y culturas, honro eso y reconozco nuestra madre tierra en común. Estoy en solidaridad con ustedes. Estoy en solidaridad con ustedes contra nuestro enemigo común, un enemigo que tiene muchas caras pero solamente un resultado de su agresión. Es una agresión aprovisionada por un apetito insoportable por la riqueza y el poder sobre nuestros recursos, nuestras vidas y nuestra tierra. Debo mencionar que el recurso que ocupa el lugar más importante de nuestro futuro, son nuestros niños, nuestras generaciones futuras. Porque el agresor tiene muchas caras y el más peligroso está sonriendo y muchas veces trae regalos brillantes, debemos armarnos con conocimientos. Con todo en la obtención de esos conocimientos, para no convertirnos en el enemigo. Ahora hay una guerra entre la tecnología de la vida y la tecnología de la muerte. Si usted se pregunta a cuál de los dos está mirando, mire el efecto a largo plazo de lo que se le presenta a su pueblo. El agresor no puede sacar continuamente de nuestra madre tierra y contaminar el aire y el agua y llamar a esto progreso. Esto es una regresión a la vida no una progresión de la vida.
Como dije debemos armar a nuestros niños y a nosotros mismos con conocimientos porque el conocimiento es poder. Debemos luchar para mantener armonía con el creador y nuestra madre tierra. Debemos luchar para mantener el equilibrio con nuestros hermanos y con nosotros mismos. Debemos reconocer la cara del agresor que viene a nuestros niños en forma de drogas y de alcohol o cualquier cosa que destruye nuestro círculo de la vida. Debemos mirar continuamente dentro de nosotros mismos y preguntarnos si estamos sirviendo a la vida o a la muerte. Debemos continuamente ejercitar nuestro músculo espiritual y mantenerlo fuerte así como nuestros cuerpos. Debemos reconocer que demasiadas veces nuestros esfuerzos de organizar son debilitados por la contrariedad dentro de nuestro propio grupo. Éste es nuestro problema más difícil de superar. Debemos ser honestos unos con otros y estar dispuestos a aceptar críticas constructivas o las preocupaciones habladas de hermanos y hermanas, y honrar esa sinceridad.
Los que han dado sus vidas por su pueblo son siempre agradecidos por su ejemplo. No hay mayor expresión de amor. Los que luchan diariamente para parar la destrucción de nuestra madre tierra, están expresando el verdadero amor por el trabajo práctico del creador. Era un hombre joven cuando me encarcelaron por luchar por mi pueblo. He estado aquí casi 28 años. En mi encarcelamiento, tengo mucho tiempo para meditar, rogar, reflexionar en el pasado y en las posibilidades del futuro. Les digo a usted, ellos han capturado solamente mi cuerpo no mi alma, corazón o espíritu. Si en mi encarcelamiento y en mis discursos he traído un sentido que liberaría a un niño o a una madre o a un padre, o a cualquier persona de nuestra familia mundial de pueblos indígenas, del hambre, de la pobreza de la mente, del cuerpo, de la cultura, o del espíritu, entonces todo mi tiempo no ha sido inútil. Mi espíritu está presente en su medio hoy. Deseo que mi cuerpo pudiera estar allí también. No obstante, estoy presente en solidaridad con ustedes desde mi célula en la penitenciaría de Leavenworth.
Su hermano en el espíritu de resistencia,
Leonard Peltier