La tibieza del cambio

Me llegó vía Muxfin, el artículo de la sección de Obituarios del periódico El Mundo titulado Jane Bolin, la primera jueza negra de EEUU. La semblanza de su persona despertó mi interés por ser una precursora en abrirse camino en un mundo de hombres blancos, por su predisposición a ayudar a los demás y por su longevidad. Me dispuse a buscar más información sobre ella para escribir un post.

Para documentarme recurrí, cómo no, a la wikipedia y allí encontré una breve biografía con su foto que ilustra esta entrada. Descubrí que la declararon persona Non-grata en la NAACP y que ejerció durante cuarenta años de Juez de familia.

Pero lo que más me sorprendió fue su imagen, porque la raza negra no se le notaba. Podría pasar por una mujer blanca de tez morena, como yo, incluso diría que nos damos cierto aire.

Comenté esta circunstancia a Muxfin y como siempre me dio la clave: Para afrontar los cambios no hay que hacerlo bruscamente. Para abrir camino a las mujeres negras, no hay que ser muy negra, para introducir a los hombres a la profesión de operador telefónico, copada por las féminas, hay que tener un aspecto metrosexual como Rick Wehmhoefer, al que pudimos ver en la entrada El primer hombre no fue Adán.

Esto es lo que llamamos el síndrome de la rana, el cambio se va implantando sin que nos demos cuenta como es el caso de la rana que se introduce en agua fría y se cuece lentamente hasta que muere sin poder reaccionar. A veces el cambio puede abrir caminos como es el caso de Jane Bolin y Rick Wehmhoefer y otras consigue cerrarlos. Los estrategas siempre se aplicarán el cambio con tibieza y sin que tengamos tiempo de reaccionar.

Habrá que llevar un sensor de temperatura o un disipador de calor por si las moscas.

Lula

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