La calle

Bola que queda en calle,
no le mires el detalle

Iñigo

La palabra calle posee una amplia semántica que va desde lo más positivo y abierto hasta lo más oscuro y abyecto. El lado bueno de la calle representa el exterior, el sitio donde se aprende a desenvolverse y a comportarse fuera de la protección del hogar, el lugar donde pasear y esparcirnos. En el otro extremo de su significado, la calle es lo que queda cuando no se tiene nada, por eso decimos "lo pusieron de patitas en la calle", "vive en la calle", "hace la calle", "es un niño de la calle", "es un perro callejero"...

Pero hay un tercer significado, en el entorno del golf, donde la palabra calle cobra un inmenso significado positivo, casi filosófico: estar en calle, jugar por la calle, volver a la calle son palabras mágicas para un golfista.

En el campo de golf, cada hoyo tiene cuatro zonas: el tee de salida, la calle, el green y los obstáculos, entre los que se encuentran: los bunkers(1), los arbustos, los árboles, el rough(2) y el agua. La calle es el camino más corto, fácil y cómodo entre el tee de salida y el hoyo del green, por eso todo golfista intenta jugar en calle, pero no siempre se consigue.

La calle es ese entorno propicio donde la bola se desliza suavemente una vez que ha alcanzado el suelo tras el golpe, añadiendo una distancia a modo de propina como recompensa por seguir en el camino marcado y quedando en un lugar idóneo para utilizar el palo más adecuado a la distancia que se quiera salvar. Sin embargo, si la bola cae en un bunker, o en el rough , se parará en seco y habrá que utilizar un palo especial para sacarla de allí. Si cae en zona de arbustos podemos perderla o pasar grandes penalidades para sacarla de allí. Si golpea un árbol con gran probabilidad puede retroceder en vez de avanzar. Si cae en agua aún es peor porque se pierde la bola y se penaliza con un golpe.

El campo de golf no perdona los errores dentro del contexto de un hoyo, aunque te da dieciocho oportunidades de empezar de nuevo y hacerlo bien. De nada vale querer ir por la calle, en este caso querer no es poder sino más bien saber es poder y los que saben son de una pasta muy especial o aprendieron de niños(3).

En la vida real hay personas que, por sus condiciones de entorno naturales o porque aprenden a seguir los caminos fáciles, trazan trayectorias de calle en sus acciones en las que sólo cosechan recompensas. Otros, sin embargo, van de obstáculo en obstáculo, sufriendo y esforzándose por alcanzar una calle pero lo más que consiguen es golpear en un árbol y retroceder aún más.

Es curioso como se parece la vida a un campo de golf.

Lula

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(1) Trampas de arena, tambien llamados playa por los golfistas graciosillos.
(2) La parte del campo de golf que bordea a la calle o al green, donde la hierba es más alta y espesa
(3) El golf como el inglés lo es todo empezar cuanto antes.