El gadget a remojo
El hombre es portador de valores eternos, decía el hermano de Doña Pilar(1) allá por los años treinta. Los tiempos han cambiado y hoy día ya no se portan esos valores que nunca hemos sabido muy bien en que consistían, ahora se tiene la oportunidad de portar información ubicua dentro de un pendriver. Hay que tener mucho cuidado con el nombre de este gadget, porque adopta múltiples acepciones que inducen a confusión. Se le llama también "memoria USB", "pen", "lápiz" o en algunas zonas "Erlapi"(2) .
Aunque llevo años viendo a los singermorning portando su pen repleto de powerpoints como signo de distinción(3), no había adoptado aún esa tendencia en mis costumbres. He de confesar con vergüenza que utilizaba el diskette para llevar y traer mis clases en la Universidad(4). Hace unos meses le regalaron a mi marido uno de esos chismes en un torneo de golf y me lo dejó en préstamo. Estaba yo tan contenta colgándome al cuello una cinta de la que pendía mi pen con toda la información que necesitaba transportar hasta que hace una semana sufrió un pequeño percance.
Suelo guardar el pendriver en el bolso cuando no lo llevo colgado del cuello. Abandoné los bolsos saco, en los que era imposible encontrar nada sin sacar todo fuera, para adquirir un diseño muy práctico de Salvador Bachiller lleno de compartimentos para llevar todo ordenado. El bolso es de un material lavable y le llegó su día para ser lavado. Saqué con cuidado todas las cosas de sus múltiples recovecos con sus cremalleras, comprobé que no quedaba nada y lo puse a remojo en un barreño con jabón. Al cabo de un rato fui a lavarlo y cual no fue mi sorpresa cuando detecté algo sólido dentro, tiré de la cinta y allí estaba el pen, a remojo, como los garbanzos. Lo saqué y lo sequé por fuera.
Al día siguiente lo llevé a la oficina y lo enchufé al ordenador. Se encendía la luz roja pero no lo reconocía, además noté que se calentaba mucho y lo desconecté. Me fui a buscar a un compañero y sin embargo amigo(5), que es un experto diseñador de hardware, y como no lo hallé en su despacho lo busqué en otro en el que había posibilidades de encontrarlo. Tampoco estaba allí, pero el dueño de ese despacho fue early adopter de estos gadgets y le conté mi triste historia del remojo.
Para mi sorpresa me dijo que él también había tenido el mismo problema, que lo había secado con un secador de pelo y que le funcionó. Pasó por allí otro compañero y se unió a la conversación sobre el gadget. Comentó lo fácil que era que se quedase el cacharrito en el bolsillo de una camisa y se metiese en la lavadora. En este punto, con cierto rubor, el dueño del pen mojado y luego resucitado, confesó que no había sido en la lavadora que lo suyo fue peor: se le cayó al inodoro. Nos dio un ataque de risa mientras nos contaba que una vez que lo sacó de tan escatológico lugar lo tuvo que enjabonar para limpiarlo bien.
Aún con lágrimas de la risa me fui a otro despacho de hardwareros para ver si me podían abrir el cacharrito y echarle un vistazo. Lo abrieron y todavía tenía agua dentro. Lo secamos y probamos si funcionaba, pero no, no respondía. Lo guardé de nuevo en el bolso y empecé a pensar cómo se lo contaría a mi marido, pero como se me olvida todo no se lo conté.
Unos días después lo saqué del bolso, probé suerte enchufándolo y bingooooo ¡¡¡Funcionó!!!. Tan contenta me puse que me dije: voy a escribirlo para que se ría mi marido y de paso aquel que lo lea.
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e-mail de contacto: seccionfemenina@gmail.com
(1) Me refiero a Doña Pilar
Primo de Rivera, hermana de Jose Antonio,
Fundador de la Falange Española de las JONS. Fue la
fundadora en 1934 de la Sección Femenina, el brazo
femenino de la Falange. Esta asociación centrada en
los bailes regionales y las labores domésticas se extinguió
en 1977, dejando como único patrimonio un magnifico
libro de cocina. Para conocer un poquito más, léase
La
otra Sección Femenina.
(2) Mi amiga S.M. (no es Su Majestad), colaboradora
de la Sección Femenina, versión Web intentaba
utilizar su pendriver en un ciber municipal de Barbate,
preguntando si tenían los ordenadores la interfaz USB
habilitada. La miraron como si viniera de Marte hasta que
enseñó el gadget y entonces exclamaron: ¡ah
"erlapi"!, haberlo disho antes.
(3) Se lo paga la empresa, así cualquiera puede presumir
(4) En powerpoint, of course
(5) Antes llamado El
Hombre del calibra, ahora tiene un Toyota Celica, pero
no le lamamos el Toyoto.