Arcos de la Frontera

Bajando a Andalucía, casi tuvimos que subir al cielo para llegar a la cima de Arcos de la frontera. Ciudad fronteriza, preparada para la defensa y por tanto situada en la cumbre de una escarpada peña, cuyo pie besan las mansas aguas del río Guadalete.

Por las estrechas calles, de empinadas cuestas empedradas, no entra el sol pero sí una intensa luz que reflejan sus blancas paredes. Por las noches de luna llena, imagino a los antiguos caballeros escalando las cuestas con sus briosos corceles, cuyos cascos golpeaban con fuerza el rugoso pavimento para afianzar el ascenso. Imposible rondar a una dama sin despertar a todo el vecindario.

Todo en Arcos evoca a la poesía, por eso no te sorprende que las esquinas estén adornadas con pequeños azulejos en los que se puede leer un poema, alguno de ellos dedicado a Arcos de la frontera por los poetas que quedaron impresionados por la belleza de la ciudad(1).

Desde la cumbre, desafiando al cielo como la Torre de Babel, se elevan las dos iglesias más importantes, Santa María y San Pedro. Desde antiguo, un litigio sobre cual de las dos era más la principal enfrentó a sus feligreses. Tuvo que intervenir el Tribunal de la Rota(2) que determinó que era Santa María la más antigua y principal. La sentencia en vez de despejar las dudas abrió una brecha entre las dos parroquias, llegando al extremo de rezar los parroquianos de San Pedro el rosario de esta guisa: San Pedro, madre de Dios, ruega por nosotros…

La prueba fehaciente de la importancia de ser bautizado en Santa María la encontré en la pared de esta iglesia. En la pila Bautismal había una placa conmemorativa de reciente colocación que indicaba "Aquí fue bautizado el Ilustre Hijo Predilecto D. Rafael Bellido Caro Obispo de …". A escasos metros otra placa conmemoraba que Juan Pablo II había otorgado a la Iglesia de Santa María la categoría de Basílica Menor siendo obispo D. Rafael Bellido Caro. Me chocó que el nombre del Papa estuviera escrito con letras ostensiblemente más pequeñas que las del nombre del Obispo.

No tuve que darle muchas vueltas para encontrar una explicación: a Juan Pablo II no le habían bautizado en la iglesia de Santa María y además su parroquia es la de San Pedro.

Como una imagen vale más que mil palabras, la siguiente fotografía, nos muestra a Arcos de la Frontera en su esplendor, con Santa María a la izquierda y San Pedro a la derecha.



Foto obtenida de http://www.jorgetutor.com (con permiso del autor)

Lula

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(1) Poetas tan dispares como Jose María Pemán, Gloria Fuertes o Gerardo Diego, quedaron prendados de Arcos.
¿Se cayó, se encaramó?/ Se desdobló en mariposa quieta/ Entre la verdad del agua y el sueño de la alta cuesta/ Arcos, dos arcos, dos alas/ Arcos, presto para el vuelo/¿Y el Guadalete?/ En el cielo. (Gerardo Diego)
(2) El Tribunal de la Sagrada Rota Romana radica en el Vaticano. España goza de propio Tribunal de la Rota, o Tribunal de apelación por privilegios históricos, que se remontan al reinado de Carlos V, y como concesión definitiva al Papa Clemente XIV, privilegio que fue suprimido por Pío XI en 1932 y restablecido por Pío XII el 7 de abril de 1947, confirmado por los últimos y vigentes Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede de 1979