Sé infiel pero mira con quién

Por mi educación siempre he considerado la fidelidad como un valor digno de todo elogio y merecedor de gratitud. Por ese motivo me indignó que la operadora de mi teléfono móvil tuviera mejores ofertas para los que entraban de nuevo que para los que llevamos años pagando religiosamente la factura del teléfono.

En mi nuevo status laboral pensé que sería bueno tener acceso al e-mail y a algunas aplicaciones Web desde el móvil. Me pareció que el servicio BlackBerry podría ajustarse a mis necesidades y me puse a buscar las ofertas que me ofrecía mi operadora. Tras una ardua pelea con su hermética Web, de una opacidad del 95%, tuve que recurrir al Google para encontrar el servicio buscando por "BlackBerry movistar". Una vez encontrado, pude comprobar que el coste del servicio para los clientes con solera era muchísimo mayor que para los recién llegados.

Me puse en contacto con el servicio de atención al cliente para transmitir mi malestar pero me dijeron que esas eran las condiciones y que no podían negociar conmigo. Vista la situación me vi abocada a la infidelidad so pena de pagar más de la cuenta. El siguiente paso fue el buscar una buena oferta en otra operadora, tarea que resultó más complicada de lo que esperaba.

Llamé al servicio de atención al cliente de Vodafone para pedir información sobre el servicio Backberry. Me atendieron desde el otro lado del Atlántico y se empeñaron en ofrecerme el terminal más caro con la condición de un consumo mínimo mensual de 60€. Viendo que Vodafone me realizaba una oferta digna de Paris Milton, no tuve más remedio que despedirme amablemente rechazando su oferta.

Visité una tienda Vodafone pensando que en España me ofrecerían algo más razonable.

Allí tuvo lugar este dialogo de besugos:

- Comercial: por 15€ tiene correo y navegación por Internet ilimitados pero las descargas se pagan aparte.
- Lula: ¿Qué es para ustedes una descarga?
- Comercial: Pues cuando se baja un fichero
- Lula: Entonces ¿una imagen de una página Web es una descarga?
- Comercial: SI

Como dicen los abogados en la películas de juicios:"no más preguntas", me di media vuelta y cerré la puerta por fuera.

Me dirigí a una tienda de Orange. La información que me proporcionaron fue concisa y clara pero no me ofrecían nada que se ajustase a mis necesidades. Pero en el mes de febrero encontré la tarifa plana navegable y la contraté por Internet.

A los dos días me llamó mi operadora diciendo que no querían perderme como cliente y que me hacían una contraoferta. De lo que antes de ser infiel era cero patatero pasó a ser un Terminal HTC touch gratis, una tarifa plana de voz y acceso a Internet. Pero su contraoferta se quedó corta y les di calabazas. Me despedí de mi operadora diciéndole que no era un adiós sino un hasta luego y que en 18 meses, cuando finalice mi compromiso con Orange, volveré a pedirles una oferta por cambio de portabilidad ya que tratan tan bien a los clientes infieles.

Si las operadoras favorecen a los clientes infieles, se infiel pero mira con quién. Dales gusto, que se lo merecen.

Lula

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