El síndrome del canario

   

Se dice "Ten cuidado con los sueños que pueden convertirse en realidad".

En el estado de ensoñación no de perciben todas las variables y por eso cuando los sueños se hacen realidad vienen las sorpresas. Algo así me ha pasado.

Después de años soñando en las cosas que podría hacer si no viviera bajo la esclavitud del trabajo me encuentro de repente desconcertada ante un horizonte de libertad. Desde que dejé Saturno S.A. tengo la imagen grabada de un lindo canario agazapado en una jaula que tiene la puerta abierta. ¿por qué no sale y echa a volar?

Me da que pensar que cuando no nos ponen límites nos los ponemos nosotros mismos para seguir a ras de tierra sin remontar el vuelo. Es más cómodo no arriesgar, no hacer nada para no fracasar, no tener que esforzarse, abandonarse en el dolce far niente. Parece que hay una resistencia hacia seguir un camino. Me sirve de consuelo que hasta a Quevedo le ocurrió lo mismo

Pues amarga la verdad,
Quiero echarla de la boca;
Y si al alma su hiel toca,
Esconderla es necedad.
Sépase, pues libertad
Ha engendrado en mi pereza
La Pobreza.

Pero hay que poner remedio a esta situación y voy a dar un pasito para romper una barrera que me limita desde hace tiempo. Me marcho en peregrinación a un país anglosajón swicheando a off mi vida digital para lograr entender que lo mascullan esos malditos del otrora Imperio.

Estaré ausente un mes pero volveré con la moleskine llena de anécdotas que contar. Perdonad si no respondo a los comentarios durante este tiempo.

Lula

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