Me gustaría conocer qué pensarán los toreros como aficionados de este esperpento de corrida que se dio ayer en Las Ventas. ¿Realmente los toreros son aficionados y les gusta su profesión? ¿O están en ella con el único fin de enriquecerse junto con los que dirigen sus pasos taurinos de forma fraudulenta y algún que otro acompañante de correrías cuya misión es que se cumpla el reglamento taurino? Por lo que se vio, parece ser que sí. Si comenzó saliendo un cadáver por chiqueros, el siguiente lo superaba, todo con el advenimiento de la prensa, que no olvidemos que la corrida era en beneficio de ella. Si es la prensa, esa que se llama "Opinión pública", la que en realidad tiene que velar porque se cumplan las normas establecidas, o en su caso denunciarlas cuando no sea así, ¿cómo permite este tipo de atropellos?. Si no pueden evitar que se produzcan con los medios que tienen a su alcance, ¿por qué montan estos esperpénticos espectáculos?

Qué triste es tener que decir que la culpa es de los aficionados que asisten a ese tipo de corridas, y tener sólo como medio de presión el no asistir a ellas para demostrar a las autoridades que de una vez por todas tome cartas en el asunto y deje de hace el D. Tancredo para beneficio de unos personajes sin escrúpulos. Así está el patio, y como consecuencia de esto así salió la denominada "Corrida a beneficio de la prensa".

¿Qué pintaban los toros de Valdefresno en esta corrida? O en cualquier otra. ¿Qué méritos ha hecho este ganadero en los últimos años para estar en esta feria, o en este tipo de corridas de carácter benéfico, incluida en los últimos años en el ciclo ferial de San Isidro? Este hecho es incomprendido para el aficionado sino es para que tome cuerpo en su mente la idea del beneficio lucrativo que proporciona a algunos individuos de "ordeno y mando" en el mundo taurino. Finalmente, me permitiré una opinión especuladora. Cada vez que asiste al palco presidencial el Sr. José Cabezas Porras , y cuyo nombre "artístico" era Joselito Calderón ", como asesor taurino del presidente de la corrida, los aficionados tenemos que "tragarnos" todos los inválidos que salen por chiqueros. ¿Tanta presión tiene este hombre en el palco?. Lo que no cabe duda es que es un hombre de confianza de la empresa.

¿La corrida de ayer? ¿Necesitan que les digan algo más? La oreja cortada por Sebastián Castella fue una de las denominas devaluadas, porque no se debe olvidar nunca que los trofeos concedidos a los coletas son valorados por la afición en función de lo que salga por chiqueros, y lo de ayer fue una tomadura de pelo y a la vez una provocación, seguramente de manera inconsciente, del torero a la fiesta y a la afición que la mantiene viva. Decir también que, debido a la provocación continua a que fue sometido el aficionado por todo lo expuesto, el festejo pudo terminar en un altercado público, pero lo más grave de todo es que eso es lo que menos importa, ellos a lo suyo a llenar las alforjas, pero con la diferencia que antes los bandoleros se escondían en las sierras inhóspitas para ocultarse de la ley, hoy, no.

Pepeillo

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