San Isidro 2005
18ª Corrida de feria, 28-5-2005, Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. | |
Toros | Toros de Guardiola Fantoni. Encaste: Villamarta. |
Terna | Luis Vilches: Rosa
y oro. Estocada. Tímidos aplausos. Pinchazo entrando
con el brazo suelto y bajonazo en la suerte contraria. Javier Valverde: Morado y oro. Pinchazo arriba, estocada trasera y descabellos. Aplausos. Pinchazo hondo y recibe un golpe en el pecho, tres descabellos. Aviso. Tímidos aplausos. Fernando Cruz: Azul y oro. Pinchazo y bajonazo trasero. Silencio. Pinchazo hondo que basta. Silencio. |
Presidente | D. César Gómez Rodríguez |
Comentarios | La autoridad |
Otro asunto es lo que ocurrió en el cuarto de la tarde, un burel que tomó dos varas de largo y, aunque el piquero demostró ser un “pinchauvas”, el toro debería haber tomado otra más, pero el presidente cambió el tercio con celeridad impidiendo con su decisión ver al toro acudir de nuevo al caballo con alegría. Luis Vilches estuvo
muy torero en la corta faena que le permitió
realizar el cuarto de la tarde. Dio unos muletazos de
recibo muy buenos y dos series de redondos con hondura,
bajando la mano y calando en los tendidos. Pero pecó
de lo que adolece hoy el toreo moderno, las series fueron
cortas y deberían darse cuenta que cada toro
necesita su lidia y lo que para unos vale una serie
de dos, tres muletazos, para otros deberían ser
más largos, y se equivocó porque el toro
sacó algo de casta y se rajó a la tercera
serie. Después lo intentó pero ya era
tarde. ¡Una pena! Javier Valverde es
un torero que no acaba de despegar. Ayer se encontró
con el primero de su lote que fue picado sin ver el
comportamiento del toro en el caballo, ya que no supieron
ponerlo en suerte. En la muleta, el toro llegó
con una embestida incierta y el torero lo intentó
por ambos pitones con valentía, pero estuvo encimista
y se quedó sin toro. El primer enemigo de Fernando
Cruz tenía pocas fuerzas pero llegó
a la muleta con tranco y en vez de torear, trapaceo
al toro. Se le vio verde al torero, y estos toros necesitaban
que las cosas se hicieran muy bien, y en breve, sino
corrías el riesgo de quedarte sin toro y posiblemente
con una cornada, y eso fue lo que no hizo el torero,
le perdía pasos y no le bajó la mano en
ningún momento. Más crónicas taurinas de
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