San Isidro 2004
29ª de feria. Corrida de toros y última de la Feria | |
Toros | Victorino Martín: Encaste Saltillo y Santa Coloma |
Terna | Luis Francisco Esplá. Nazareno
y Oro. Estocada silencio. Pinchazo y estocada. Bronca. Manuel Jesús, "El Cid". Grana y Oro. Tres pinchazos y descabello. Aviso, vuelta. Estocada caída, oreja. Fernando Robleño. Salmón claro y plata. Bajonazo. Oreja protestada. Pinchazo, silencio. |
Presidente | |
Comentarios | 5 naturales |
Perdonadme que sea un poco repetitivo, pero a veces es necesario. Ayer se produjo en la plaza un detalle durante la faena de El Cid al segundo toro de la tarde, que hacía mucho tiempo que no veía. Dio cinco naturales en la segunda serie. ¿Qué importancia tiene esto? Pues la tiene y mucha, vista la sequía de ligazón que hay en la actualidad. Y se preguntarán: ¿Qué más da que sean dos, tres o varios los muletazos que se dan en una serie?. No da igual por muchos motivos. En cada pase el torero tiene que indicarle al toro quién manda, cargando la suerte, es decir, adelantando la pierna contraria, obligándole al toro a ir por donde quiere el torero y debe quedar colocado para el siguiente pase. Entonces, ¿qué ocurre cuando no se hacen las cosa bien? Pues que el encastado le va comiendo el terreno al torero y este, para taparse, le va perdiendo pasos en cada pase, y los toreros al segundo o tercer muletazo cierran con el de pecho disimulando con esto las carencias de mando. En esta última forma de torear está basado el toreo moderno que se interpreta en la actualidad. El Cid, en su primer toro, basó toda la faena por naturales, y dio una serie de frente, cruzado adelantando la muleta sensacional. De acuerdo que en algunos pases metió el pico y que toreó "fuera de cacho", pero tal y como interpretó el torero, la faena en su conjunto debe ser difícil hacerlo todo perfecto. Falló con la espada, y eso que nos volcamos detrás de ella con el corazón todos los aficionados que estabamos en la plaza, pero no fue suficiente. Dio tres pinchazos y un descabello, por lo que recibió un aviso. Su segundo fue picado trasero por Parrón a conciencia en las tres varas que tomó. ¡Qué pena!. A pesar de todo, el toro se vino arriba en banderillas y tenía mucho que torear y se le podía haber sacado mejor partido, pero El Cid estuvo muy digno con él. Cortó una oreja como premio a la labor de conjunto en la tarde. El primero del lote de Robleño fue un toro codicioso en la muleta que medía el torero en cada pase, pero según fue transcurriendo la faena se acopló mejor dando una segunda serie de redondos buena. Por el pitón izquierdo tuvo que sobar al toro, consintiéndolo con mucho valor, pero no le da distancia, lo vuelve a intentar por redondos, pero el toro al segundo pase se le queda corto, típico comportamiento de los toros con un mínimo de casta, comenzando a gazapear. Consigue una serie de cuatro redondos buenos abrochados con el de pecho. Mata de un bajonazo y escucha un aviso. Oreja. Esplá, a mi entender, se llevó el peor
lote de la tarde. Su primero embiste con la cara alta y se
queda corto no siendo apto para el lucimiento, apagándose
como una vela según iba transcurriendo la faena. Al final
de una serie de redondos, el toro se echa y una vez que consiguen
levantarlo acaba con él de una estocada casi entera. En su
segundo, el toro, de salida, se come el capote y tiene que
sacárselo para fuera al apretarle mucho en tablas. Pica Anderson
Murillo. La primera vara le queda un poco trasera y el
toro aprieta con fijeza. En la segunda, comienza el festival
"Anderson Murillo" ¡Qué manera de torear a caballo!. Llama
al toro con la vara invertida para a continuación apoyarla
en la arena y esperar así a que se le arrancara el toro, midiendo
el castigo, y una cosa importante; picando arriba y en el
morrillo. En la tercera vara el toro escarba y mansea, pero
el picador lo intenta llamando al toro muy toreramente, pero
el presidente cambia el tercio antes de que el toro se arrancara.
¿Qué habrán pensado los piqueros que han pasado por la plaza
en la feria al ver a este picador?. ¿Habrán tomado nota?.
Eso lo veremos el año que viene. Lo que no hay duda es que
a muchos de ellos se les habrá caído la cara de vergüenza,
si es que la tienen. El toro en la muleta tuvo un comportamiento
brusco y peligroso, y el torero al ver que no tenía posibilidad
de faena, abrevia y mata de un pinchazo y estocada. El público
le dedica una bronca a mi entender injusta. Más crónicas taurinas de Pepeillo,
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