San Isidro 2004
14ª de feria. Corrida de toros | |
Toros | Toros de Baltasar Ibán. Encaste Contreras en la línea de Juan Pedro Domecq-Los Guateles. |
Terna | Luis Miguel Encabo. Silencio en
ambos Antonio Ferrrera. Juan Diego. |
Comentarios | Volvieron los Ibanes |
Tarde de sombra para los del clavel y para
los plebeyos, ya que el sol brilló por su ausencia
y la amenaza de lluvia se cumplió a partir de la lidia
del quinto. La tarde prometía mucho porque el ganado
era de garantía; volvían los toros de Baltasar
Iban después de un año de ausencia,
y eso es siempre un aliciente par el aficionado, y no defraudaron.
El segundo fue aplaudido en el arrastre y el tercero y cuarto
fueron tenuemente pitados. Pero hubo algo muy positivo, no
se cayeron, y tal y como está el patio, eso es una
garantía. La corrida estuvo bien presentada, porque
exceptuando el segundo pobre de cabeza, todos estuvieron en
el tipo de la casa, incluido el sexto, de un pelaje precioso,
que no sabría definirlo en una línea. Eso es lo que le ha pasado a Juan
Diego, que después de dejarse escapar una
oportunidad de oro el día que lidió los toros
del Ventorrillo, ayer quiso arreglar en el
último de su lote, y de la feria, los deberes que tenía
que haber hecho antes. Luis Miguel Encabo, que sustituía
a Luis Francisco Esplá que no pudo
actuar por lesión, y Antonio Ferrera
montaron el número de las cesiones de banderillas en
los dos primeros toros de sus lotes, y no salió del
todo bien. Me gustó más Ferrera, que Encabo.
A este lo veo ventajista, y si sigue insistiendo en seguir
pareando, ya que es un plato fuerte dentro de sus actuaciones,
debería cuidar un poco más este detalle, aunque
le veo este año más maduro en su faceta de lidiador.
El primero de Antonio Ferrera
es el más pobre de cabeza de la corrida y después
de recibirlo de capote, y al entrar los piqueros en el ruedo,
el toro muy ligero de pies sale suelto y pone en aprietos
a los picadores; pero aparece el monosabio de todas las tardes
y tiene que hacer el quite a cuerpo limpio saltando la barrera
con una facilidad asombrosa. ¿Dónde estaba el
peón que tapa puerta? Siempre pasa lo mismo. ¡Qué
poca profesionalidad! Más crónicas taurinas de Pepeillo,
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