San Isidro 2004
11ª de feria. Corrida de toros | |
Toros | El Torreón, 1º y 3º. Procedencia Juan Pedro Domecq y Díez. 2º, 4º, 5º y 6º de Moisés Fraile: Procedencia Atanasio Fernández. |
Terna | Uceda Leal Antón cortés Leandro Marcos |
Comentarios | Este no es mi Juan |
El día taurino prometía mucho, buen cartel de toreros modernos y buenos toros para los toreros, después ya veríamos, pero a partir de mediodía se fueron torciendo las cosas y todo terminó como ya conoceremos. Pero vayamos por partes; lo primero que no me gustó fue el rechazo de los toros de El Torreón, cuyo propietario es el torero César Rincón, al cual tuve ocasión de escuchar por la radio a primeras horas de la tarde en un programa taurino, y estaba bastante apesadumbrado porque le habían rechazado los veterinarios cuatro de los seis toros y en algunos de ellos él tenía mucha confianza. ¿Qué intentaba traer a Madrid César Rincón?. Supongo que si vio la corrida sacaría buena nota de lo que allí pasó, y si esto le ha dejado indiferente es que no merece ser ganadero de toros bravos. Puedo llegar a entender que la Empresa que regenta la plaza trate de sacar el máximo provecho económico a la feria, comprando toros de auténtico saldo y montando carteles típicos del mes de Julio. Puedo llegar a entender que los taurinos traten de imponer para sus toreros unas ganaderías de máxima garantía para el triunfo, corriendo con ello el mínimo riesgo, y si es necesario comprar al poder fáctico de la prensa, pues se compra, y si consiguen que el ganado salga al ruedo de forma ruinosa, pues también, ya que la especie humana cuando se pone a corromper todo lo que toca no tiene medida. Pero lo que no he entendido nunca, ni lo entenderé, es que las autoridades competentes, las que cobran para tratar de mantener el orden en la fiesta no tomen “al toro por los cuernos” y den una lección a todos estos prevaricadores que sirva de ejemplo y dejen de criticar al aficionado cuando protesta por estas tropelías. De la corrida poco que decir si es que hay algo que decir, salvo lamentaciones. Se lidiaron nueve toros, ya que fueron devueltos el tercero y el el sexto, éste por dos veces. En la lidia del tercer se corrió turno y en su lugar salió el quinto, un toro de Moisés Fraile. El corrido en quinto lugar fue un sobrero de los Recitales. En sexto lugar y al ser devuelto el toro titular de la ganadería de Moisés Fraile, se corrió en su lugar el segundo sobrero, un toro del Conde de la Maza, justo de trapío el cual salió con las fuerzas justas, y los toreros comenzaron desde el principio a cuidarle. Qué cambio ha dado la fiesta, antes a los toros había que poderles, hoy hay que cuidarlos y en cuanto por equivocación le echan el capote abajo los toros ruedan por la arena. Al ser devuelto también, salió en su lugar un toro de Ramón Flores y los aficionados, que para eso están, para velar por la fiesta, detectaron que los datos de la tablilla correspondientes a la ganadería estaban mal, ya que el hierro que el toro llevaba grabado no coincidía con el de ésta. El toro era de Fuentes Blancas, otra ganadería que tiene por separado Ramón Flores. Leandro Marcos confirmó
alternativa y toreó a su primero al revés, es
decir, para afuera en vez de terminar los pases atrás.
Ese es el toreo moderno, y claro, el toro inválido. Lo de Uceda Leal es un caso
aparte. Este año lleva tres actuaciones en Las Ventas
e incluso saliendo el día de la Comunidad por la puerta
grande, no acaba de dar el paso definitivo para adelante.
Seguiremos esperando. Su primer toro como toda la corrida,
era un inválido, pero tampoco hizo nada por remediarlo.
Toreó fuera de cacho pegando pases a troche y moche,
ahora, eso sí, cuando terminaba una serie salía
de la cara del toro con unos aires garbosos propios de faenas
de enjundia. Mata de media y una estocada. De Antón Cortés
en su tercero, un inválido protestado como toda la
corrida, sólo destacar un buen par de banderillas de
Antonio Layu, "El Chino”, porque
del torero que vimos el día doce, nada de nada, hoy
nos ha tocado ver al pegapases. Será para no acostumbrarnos.
Mata de un bajonazo en toriles y en un descuido del torero
y la cuadrilla que llegó tarde, recibió un puntazo
en el glúteo, mandándole a la enfermería,
de la cual salió para matar al quinto. Más crónicas taurinas de Pepeillo,
pulsar aquí
|